jueves, 10 de enero de 2019

Respiro hondo
en cada recuerdo,
se van,
vuelven,
siento.

Me arde la sangre,
pero recuerdo.

En todas las carcajadas
que nadie vio
floté,
por eso costaba
porque sonaba a mar.

Abrí
sin miedo,
a los cristales rotos,
a los futuros,
a quemarme en el pasado.

Ojalá otra vez,
ojalá carcajadas
en las que flotar,
ojalá en tu mar.
Somos capaces
de crear felicidad
en soledad
y la culpamos
al no ser felices.

Gran error.
Pocas veces está en calma
así como mi pecho.
No sé si son mocos
o dudas,
pero no puedo respirar.
A veces lo malo
es lo que nos hace revivir,
a veces
solo estamos bien
y buscamos cualquier excusa
para huir.

martes, 8 de enero de 2019

Olvidé,
todo iba bien
hasta que el pecho
se aceleró,
hasta que sentí deseo
de tocar,
oler,
escuchar,
besar
lo que no conozco,
lo intangible
de mi presente.

Todo iba bien
hasta que se creó
una meta,
y yo
por miedo
cambié de camino.
Abrirte,
dejar a la vista
la herida
y cuando toquen
sentir
que es culpa tuya,
por tener heridas
y por dejar
en sus manos
que las hagan sangrar.