No es mucho,
no es difícil.
Días de paz,
diversión con algo de tranquilidad,
sonrisas intentando ser aguantadas,
caricias recorriendo cada ángulo,
cada poro de nuestros cuerpos,
palabras que dicen mucho
sin decir nada,
sinceridad
y tras cada despedida
un poco más de importancia.
Parece algo complejo,
pero dar
no se me da nada mal.
¿Quieres?
Búscame,
pero no me pidas,
solo déjame dar.