miércoles, 25 de octubre de 2017

No es por ser buena,
es por estar jodidamente
colada por sus ojos
y su maldita boca.

Jodida,
perfecta palabra
para definir
todo lo que llena
y vacía.

Estoy jodida.

jueves, 19 de octubre de 2017

Bailo con los recuerdos
porque hay recuerdos
que solo saben hacer feliz.
Me quedaría tirada
en su inmenso universo,
sintiendo el calor del día
y de su piel aplastándome.
Te escribo escuchando
el ruido del silencio,
recordando el recorrido de tus manos
por mi delgado
y punzado cuerpo.

La milésima de segundo
en la que mi cuerpo
de estar erizado por el frío
pasó a estar erizado
por las caricias de tus frías manos.

Haz encontrado
mis ganas perdidas
y aquí seguirán mis ganas
de tenerte en mí,
pegado a mí,
llenándome de placer.
Malditas ganas
de tenerte en mí,
de acariciarte
hasta quedarme
completamente dormida
apoyada en ti.

Sentir cómo tus besos
libera a mi piel,
la hace más frágil
al roce de tu ser.

Ver cómo se hace de noche
bajo tus labios,
besarnos en cada rincón
de esta pequeña isla,
vernos en tu pupila.
Partamos de la razón
de que existes
y existo,
como esas ganas
que te tengo,
como que serás
la perdición de mis deseos.

No te tengo,
no espero tenerte,
no espero tenernos.

Solo quiero conocerte,
conocer a ese ser
que escondes en ti,
conocerte
y olerte en mí.

Palabras
que buscan ser hechos,
hechos que deseo.

No soy chica para ti
ni para nadie,
soy un torbellino,
algo imparable.

domingo, 15 de octubre de 2017

Hay un olor
que recuerda a la felicidad,
hay miradas
que llenan más que mil palabras
y la mitad de hechos,
hay tantas personas
que no me explico por qué a mí.
Hay maneras de morir
y de matar,
hay personas que matan
fríamente,
otros con delicadeza
y un beso en la frente.

A veces muero de felicidad,
entre unos brazos,
en pleno campo
o dejándome llevar por el mar.

A veces me matan los nervios,
la tristeza
o el echar de menos.

Morir y revivir.
Echar de menos
no se me da nada bien,
pero cada noche
deseo sentir sus brazos rodeándome
y que un beso en la frente
rompa todo el vacío.
Todo el mundo esconde algo,
yo unas mil cosas,
cientos de heridas,
tristezas,
algunos "te echo de menos"
y pequeñas sonrisas.

Me perdí sin querer
en mierdas,
me encontré,
hice firme mi cabeza
y volví a perderme.

Ahora sólo me necesito,
mi paz,
que vuelva mi esencia
y el ruido de mis carcajadas.
Capturar momentos,
absorberlos con la mente
y fijarlos en una pantalla.

Capturar momentos
para no olvidarlos
o terminar deseando no recordarlos.

Momentos que son sonrisas,
lágrimas,
besos,
miradas,
dolor,
alegría
que marcan nuestra vida,
tatuajes imborrables,
cicatrices en la piel
y alma.

Momentos que nos recuerda
que hemos estado vivis
y seguimos vivos.
Allá a lo lejos
en el más puro silencio
tú,
imparable,
inalcanzable
tú.
Me ahogué en sus ojos
como si no supiese nadar,
lo único que quería
era hacerme a su mar,
que en su mirada
se quedara mi imagen
y no nos pudiéramos olvidar.
Es como abrazar al mar,
mis brazos siempre serán pequeños
para tanta inmensidad.
Sin querer queriendo
me metí de lleno.

Acaricio el fuego
sin querer derretirme,
sin miedo
como si nada malo
pudiera pasar,
pero siempre pasa
cuando unos ojos
me atrapan.
No me creas.

Todo lo que me llena
lo tiro a la basura,
todo lo que va bien
lo saboteo.

Me hice al caos,
a echar de menos,
a morir de ganas por volver,
por volver a hacer suyo cada poro de mi piel.
Nunca pensé ser débil a la carne,
a su carne,
al rastro que dejaron sus huellas
por todo mi cuerpo,
a la imagen de su cara
mientras saboreábamos el placer,
el tacto de su espalda
en mis labios.

Todo lo bueno sabe a poco.
La paz que hay en ti
no la tiene nadie,
excepto sus manos,
ellas eran capaces
de abrirme el pecho
y meter todo lo bueno.
Un día llegas a casa
y todo está patas arriba,
roto,
sin vida.

Y lo único que puedes hacer
es respirar fuerte
y apretar la mandíbula,
porque en este mundo
quien destruye la naturaleza
es quien tiene el poder.
Persistir
o desistir,
¿el qué?,
la verdad que no lo sé.

Insistir
o dejar ir.

Frío
antes que calor,
querer
por no saber hacer el amor.

Ser tú
par encontrarme yo,
ser aire
para saber qué es libertad.

Todo lo rige algo,
como las despedidas,
todas van de la mano de la amargura
del dejar estar
por estar.

A veces canto
las cosas que no me gustan
y me llenan más.

Ver verde
escondidos en unos ojos,
la esperanza que nunca tuve.
Quiero escribirte muchas cosas,
cosas de las que no soy capaz de decirte.

Cosas como el miedo,
mis ganas de ti,
por qué tantas cicatrices en mí
y con qué sueño.

Quiero soltarme de lo que me ata,
correr lejos
y pararme sólo para contemplarte.

Deseo frenar en ti,
saborear la noche en tus ojos,
perderme en lo profundo
y al día siguiente salir huyendo,

Voy a dejar la puerta abierta
por si algún día volvemos,
por si conozco el echar de menos,
por si el orgullo aprende a llorar
y lo hace sin tener miedo.