Me faltaron cosas
por decirte,
días
por esperarte,
me faltan tus manos
por todo mi cuerpo
y tus besos
liberando el mal,
me falta soltar
miles de poemas
hablando de ti.

Me faltas
sin nunca haber estado.

Ojalá
no hubiese sido así.

Ojalá
no ser yo
o no ser tan yo
y creer más en mí.

Todo pasa,
pero cómo jode el trayecto.

"Te echaré de menos",
dije.

Porque un pájaro enjaulado
echará de menos la libertad.

Porque un alma vacía
echará de menos estar llena.

Porque haber sentido
tantas ganas
se echará de menos.

Porque había esperanza
sin haber visto sus ojos verdes.

Porque su esperanza
me hacía creer.

Porque la buena energía
calma la tormenta que soy.

Porque una niña pequeña
no sabe vivir sin ilusión.

Porque era
quien fui
y ahora vuelvo
a no saber quién soy.

Todo tiene un comienzo
y un final,
pero los cuentos
siempre nos han tenido engañados.

Estoy llena de idas
y vueltas.

No soy buena
no perdonando,
no soy buena
olvidando.

Y lo que tomé
en aquel bar
fueron decisiones
con azúcar.

No sé si fueron buenas
o malas,
pero todo lo malo
se supera en una calada.

Cómo no voy a tener miedo
si tus ojos son precipicios,
y en tu mirada
no me importaría morir.

Los trazos
que tus besos no han creado.

Las caricias
que nunca he sentido.

Los labios
que no he relamido.

Y las hormigas
que buscan alimento
en mi estómago.