miércoles, 1 de febrero de 2017

Hay cosas bonitas
en 46 kg de desastre.

He escrito cosas,
las únicas que duelen es el echar de menos
unas manos recorriendo mi cuerpo
hasta quedar completamente dormida,
ver una perfecta sonrisa en mi burbuja
en total silencio
y llevar los besos hasta sentir la pasión bien adentro.

Cuando no hay nada malo acojona,
aterroriza a mi niña herida
porque no quiere que le curen las heridas
para crear nuevas.

No quiero irme de donde no pienso en el pasado,
de donde solo sé reír,
no quiero,
pero quizás debo.

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