miércoles, 17 de enero de 2018

Cerrar los ojos,
adentrarse en la oscuridad
del alma,
de las vivencias.

Con los ojos cerrados
se puede llegar a todo,
la raíz de la verdad,
a los sentimíentos
más odiosos,
a aquella sonrisa
perdida en nuestro interior.

Me encanta cerrar los ojos,
clavarme las espinas,
crear dudas en mí,
pensar hasta que el cerebro
quede rendido,
hasta que las neuronas
empiecen a suicidarse.

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