jueves, 1 de febrero de 2018

El bucle
del por qué.

Tu mirada
no está sobre la mía,
tu piel
no me quema
con su calor,
tu respiración
no crea escalofríos
en mi cuello,
tu lengua
no se va a jugar con la mía,
no me vuelve débil
a ti,
a ella.

Vuelves
para hacerte el muerto
y para matarme,
una vez más.

Mis piernas no se mantienen
en cada regreso,
huelo a ganas
y se pisotea la ilusión.

Duele
el haber creído
y haber caído.

Tú,
el orgullo,
miedo,
egoísmo,
esperanza
y tristeza,
en bucle
contigo,
siempre.

tantas dificultades
cuando me desnudo
para tenernos fácil.

Por qué.

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